ENFOQUE

La terapia sigue un enfoque integrativo, al servicio de la persona en su totalidad, íntegramente.

Comenzar una terapia es iniciar un proceso hacia la coherencia personal. Se trata de tomar consciencia de lo que uno piensa, de lo que siente, de lo que hace, y de cómo habita en su cuerpo. Es un camino hacia la coherencia consigo mismo.

Desde este enfoque, surge de forma natural un proceso de toma de consciencia de las dinámicas involuntarias que dirigen la vida cotidiana. Es esta toma de consciencia la que despierta el cambio. Se despierta así en la persona una nueva forma de percibirse a sí misma y al mundo que la rodea.

Forma parte del proceso también el descubrir hasta qué punto se están repitiendo en el presente historias del pasado no resueltas, tanto biográficas, como familiares o genealógicas. Realizar el proceso psicoterapéutico ayuda a la comprensión de los mecanismos a través de los que el pasado no resuelto está continuamente emergiendo en el presente.

La terapia va dirigida a que la persona se sienta como la unidad completa que es. Y para que desde ese sentir transite la vida de forma más acorde con su naturaleza profunda. Es un apoyo en el camino de autoconocimiento, único para cada persona, cuyo destino final es uno mismo. Siempre desde un profundo respeto a las inquietudes personales de búsqueda de sentido y de propósito vital.

En lo práctico, la terapia se articula a través de una serie de sesiones de terapia individual, que pueden complementarse con la realización de determinados cursos y talleres. Se puede encontrar más información sobre el proceso terapéutico en el apartado de terapia.

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